Autora:
Kerstin Gier
Saga: El amor más allá del tiempo
Saga: El amor más allá del tiempo
Editorial:
Montena
Año
publicación: 2011
Nº
de páginas: 384 págs.
ISBN:
9788484416944
Sinopsis
Gwen
está hecha un lío… Gideon, su “compañero” de viajes en el
tiempo la está volviendo completamente loca: tan pronto la besa
apasionadamente como la ignora con desdén. Y es que nadie dijo que
el amor a través del tiempo fuera una empresa fácil, ni mucho
menos. Por suerte, Gwen tiene a su mejor amiga Leslie, a James, el
fantasma del instituto, y a Xemenius, una gárgola bastante
irreverente, para que le echen una mano en sus altibajos amorosos.
Ah, y en lo de comportarse como la ahijada de un marqués o un duque
del siglo XVIII… Porque desde que se ha convertido en la última
viajera en el tiempo parece que estos son sus planes: asistir a una
soirée en el año 1782, salvar el mundo y, sobre todo, no dar el
cante. Así que ahora su vida consiste en aprender a bailar el minué
(que no es nada sencillo) mientras decide lo que siente por el chico
de sus sueños (que tampoco lo es).
Opinión
Personal
(contiene
sproiler del primer libro - reseña)
Para
empezar eso engancha, pero como siempre hay problemas:
1º
Giedeon es un insensible, y la persona más rara del mundo, beso a
Gwen, luego hace como si nada, la vuelve a besar, vamos a ver o no se
como Gwen lo aguanta, tiene que estar muy enamorada, porque Gideon
tiene trastornos de personalidad, ahora es amable, ahora no, ahora
soy el hombre de hielo.
2º
Xemenius, una gárgola que echa agua por la boca, bueno su
termino correcto es daimon(o algo así), pues este encantador
personaje ¡Interrumpe el beso tan esperado!,
pero se lo perdono porque es un gran apoyo para Gwen a lo largo de la historia, y sus ocurrencias y motes me sacaron más de una risa.
pero se lo perdono porque es un gran apoyo para Gwen a lo largo de la historia, y sus ocurrencias y motes me sacaron más de una risa.
“Por eso tampoco me percaté del tirón en el vientre, y solo entonces, mientras esa pequeña gárgola me miraba fijamente desde el banco con los ojos chispeantes y los brazos cruzados sobre el pecho, solo cuando mi mirada cayó sobre la sucia cortina marrón del confesionario que hacia un momento había sido de un verde deterciopelo, tuve el pálpito de que entretanto habíamos saltado de nuevo al presente.—¡Mierda! —Gideon se retiró hacia su lado del confesionario y se rascó la nuca.«¿Cómo que “Mierda”?» Caí bruscamente de mi nube y olvidé a la gárgola.—Pues a mí no me ha parecido tan mal —dije con un tono tan despreocupado como pude.”
Y
para rematar Gwen se tiene que preparar para una soirée, y no
hay nada mejor para enseñarle que Charlotte y un profesor pijo y
tiquismiquis.
En
este libro se resuelven muchísimas dudas, pero surgen unas cuantas
más.
Algo
que desvelan es el donde Gwen, el don del cuervo, don que si
lo pensáis unos momentos lo descubriréis, no es que sea algo muy
maravilloso.
Este
libro igual que el anterior me conquisto y no quiero hacer sproiler,
pero cuando lo leáis entenderéis esto ¡Gideon eres un imbécil
del que me enamorado!
“—Deberíamos recoger nuestras cosas —dijo Gideon finalmente—. Y deberías hacer algo urgente con tus cabellos; parece como si algún idiota se hubiera puesto a revolver en ellos con las dos manos y luego te hubiera tirado sobre un sofá… Sea quien sea el que nos espere sabrá que dos y dos son cuatro… Oh, por Dios, no me mires así.
—¿Cómo?
—Como si ya no pudieras moverte.
—Es que no puedo —dije en serio—. Soy un pudin. Me has transformado en un pudin...”
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